DIETA MACROBIÓTICA DE VERANO:EL FUEGO, PURA EXPANSIÓN!!

Cuando llega el verano tengo ganas de salir de casa, estar con los amigos, coger los patines y rodar por el paseo marítimo….. Es un momento para abrirse al máximo, compartir con los que nos rodean y evidentemente, pasarlo bien!!
Esto es lo que ocurre también en la naturaleza en verano, los días son más largos, apetece estar más al aire libre, las plantas empiezan a dar frutos y tenemos una gran variedad de fruta fresca a nuestra disposición.
La dieta y el elemento fuego
El elemento fuego está relacionado en Medicina China con el verano, el corazón, el intestino delgado, el triple calentador y el protector del corazón, la lengua, el tacto, etc. Como todos estos órganos estamos hablando de sustancias ligeras, y de la misma forma tiene que ser la comida, de forma que podamos equilibrar también el exceso de calor que se produce en esta época.
La alimentación de verano sirve también para compartir (la barbacoa!!) y para disfrutar de los sentidos, en este sentido la cocina gastronómica de los restaurantes es un ejemplo claro, donde la experiencia sensorial es lo más importante en el proceso de nutrición.
Cereales integrales
Como vimos en los artículo anterior, el cereal integral seguirá siendo el pilar de nuestra alimentación, debe estar presente en desayuno, comida y cena. La idea es que en verano el cereal será muy ligero, si no queremos pasar largas horas de siesta después de comer..
Los mejores cereales por tanto son muy parecidos a los de primavera. La cebada, el maíz, la quínoa, el arroz largo o la polenta (sémola de maíz) son algunos ejemplos que podemos tener en cuenta. Todos ellos son muy bajos en carbohidratos y por tanto son cereales muy suaves. Nuestra necesidad de carbohidratos la vamos a obtener en este caso también de las frutas y verduras.
El cereal debe hervirse como comentamos en el artículo anterior, en abundante agua hirviendo para luego colarlo. Así quedará mucho más ligero.
Legumbres y derivados
En verano es muy importante tomar muy poco alimento de origen animal, como mucho algo de pescado una vez por semana. Las legumbres y los derivados nos proporcionarán entonces las proteínas que necesitamos en este momento del año.
Puesto que en verano las ganas de cocinar son bastante pocas, os recomiendo comprar legumbres de bote de buena calidad y usarlas en ensaladas o en patés de legumbres. Las mejores legumbres son una vez más las ligeras: lentejas verdes, lentejas rojas, garbanzos o guisantes son algunas opciones interesantes. Las legumbres grandes también ayudan a nutrir esta energía.
El resto de proteínas vegetales, tofu, tempeh y seitán, las tomaremos con frecuencia de diversas formas: en salteados, macerados, etc. Una idea muy buena es dejar tofu macerando con salsa de soja y especias en la nevera e ir sacando conforme tenemos necesidad de tomarlo.
Verduras
En este momento del año la cantidad de verduras debe aumentar, en este caso tomaremos las de la estación: los pepinos, los pimientos, las cebollas tiernas, calabacines,… y las combinaremos con raíces como zanahorias, remolachas, etc.
Generalmente estas verduras son frutos como podéis ver, muy típico de esta época. Los estilos de cocción de estas verduras también tienen que ser ligeros: hervidos, escaldado, salteado corto… incluso dependiendo de si padecemos de mucho calor podemos tomar alimentos crudos que nos van a ayudar a enfriarnos.
Frutas
En este momento del año hay una gran variedad de fruta que debemos aprovechar, ésta nos va a aportar gran parte de los azúcares que vamos a necesitar en verano. Melocotones, melón, sandía, ciruelas, albaricoques, cerezas, etc., e incluso en días muy caluroso podemos usar frutas de origen tropical como plátanos, piña, papaya, etc. Conviene moderar el uso de frutas e, incluso, cocinarlas un poco o macerarlas en sal si no las digerimos bien o nos producen demasiado frío interior
Conviene no abusar demasiado de las frutas para no enfriarnos rápidamente. Si véis que un día sentís la necesidad de comer algo caliente o seco (un alimento horneado) tened la seguridad de que habéis tomado demasiado alimento que enfríe, puede ser un exceso de fruta o de verdura cruda. Tomad entonces algo caliente pero no volváis al frío hasta pasados unos días, y hacedlo entonces con moderación.
Semillas, frutos secos y aceites
Conviene reducir el consumo de grasas en esta estación puesto que nos va a producir más calor. Una pequeña cantidad de semillas tostadas, menos frutos secos y una pequeña cantidad de alimentos grasos de esta estación, como aguacates, coco, etc. También moderaremos el uso de aceites en las cocciones.
Otros alimentos: algas y productos animales
Continuamos con las algas, son alimentos muy importantes en estas fechas puesto que con la llegada del calor vamos a transpirar mucho más, y en ese proceso se pierden muchos minerales.
En verano os doy una nueva recomendación de alga muy sencilla de usar, se llama dulse. Es de color morado, ya que tiene mucho hierro, y se suele vender seca en copos, por lo que se puede añadir directamente a una ensalada o en el último momento de un salteado de verduras.
Ya hemos comentado anteriormente que los alimentos de origen animal no son nada recomendables en verano, pero si necesitáis consumirlos existen un tipo que tienen una energía de fuego: los cefalópodos. Sepia, calamar y similares nos darán una energía más suave manteniendo el efecto de tomar alimentos de origen animal.
Sabores y estilos de cocción
Los estilos de cocción en verano son muy ligeros: crudo, escaldado, vapor y salteado corto son los más recomendables. De todas formas como he comentado antes es posible que a mitad del verano es posible que nos apetezca una cocción más larga. Es bueno escuchar al cuerpo y tomarlo en forma de guiso largo, mejor que el horno ya que este reseca y produce mucha sed.
El sabor que tonifica al corazón es el amargo, que quita la sed y contrae a este órgano. Podemos encontrar el amargo en muchas hojas verdes como la rúcula o la achicoria, también de forma más grasa con el tahin (pasta de sésamo). Tomar una bebida hecha con cebada tostada ayudará también a equilibrar nuestro cuerpo.
En verano optaremos por las texturas cremosas, ya que nos proporcionan más relajación y a diferencia de las texturas más secas, nos evitan consumir líquidos de más. Las cremas de verduras, los patés cremosos, las salsas espesas, los purés de frutas son ejemplos que podemos utilizar.
Con estos consejos vais a pasar un verano muy divertido, con menos resfriados si los teníais, no tendréis tanta necesidad de beber agua como con una dieta tradicional y además mejorará la salud de nuestro sistema cardiovascular.
LA CAPACIDAD DE COMPARTIR LO QUE TIENES Y DE RECIBIR LO QUE TE OFRECEN LOS DEMÁS TE PERMITIRÁ SER MAS FELIZ EN VERANO.
Daniel Mayor
Director académico de ESMACA (Escuela de Macrobiótica de Catalunya).
Artículo realizado para APSE (Asociación de Profesionales de Shiatsu de España)