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Macrobiótica y cambio climático
- 8 febrero, 2016
- Creado por: esmaca
- Categoría: Artículos Daniel Mayor

Estamos en pleno Febrero y parece que la primavera esté a punto de terminar. El clima está cambiando muy rápidamente y las estaciones del año que teóricamente aparecían en sus tiempos señalados parece que van a cambiar a partir de ahora. Aqui en Barcelona ya lleva tiempo ocurriendo esto, pero parece que todo esto se está propagando al resto de España y probablemente con el mundo.
Independientemente de las consecuencias reales que nuestra sociedad está creando con este cambio climático, tal cual nos decía Georges Ohsawa en su Principio Único “Todo está en continuo cambio”, es un hecho que debemos aceptar. El Universo también está en un momento donde están ocurriendo cambios que están afectando a nuestro planeta.
Las personas que aprenden macrobiótica han visto que existen diferentes formas de alimentarse según cada estación. No es lo mismo lo que deberíamos estar comiendo ahora en pleno invierno que lo que tomaremos más adelante en primavera o luego en verano. Pero entonces ¿ cómo nos alimentamos cuando en pleno invierno las temperaturas son altas, no llueve y cambiamos abrigos por chaquetas? Es un desafío interesante al que nos enfrentamos aquellos que divulgamos la macrobiótica, puesto que es muy probable que en un futuro tengamos que cambiar nuestra forma de dar las clases.
Permitidme que os dé mi propia opinión, que es la que estoy llevando a cabo durante estos días y me está funcionando. Si pensamos en términos de yin y yang nos vamos a quedar cortos con la respuesta: si está haciendo más calor debemos eliminar los alimentos que calienten en exceso aunque tampoco podemos pasarnos tomando alimentos fríos, quién sabe si dentro de unas semanas cambia el tiempo bruscamente y nos resfriamos…..entonces qué es lo mejor?
Para poder entender mejor qué hacer es mejor buscar la respuesta en la teoría de las 5 transformaciones. Todos los ciclos de la naturaleza siguen unas fases que los Orientales denominaron las 5 transformaciones y que les dieron nombre que tenían que ver con la naturaleza: una denominada árbol donde la energía asciende y empieza su expansión (primavera), otra llamada fuego en la que la energía está en su máxima expansión (verano), cuando la energía desciende y se va compactando tendríamos la fase de metal (otoño) y por último un estadio de latencia y descanso de la energía que es el agua (invierno). Todas estas fases van fluyendo y hay una quinta que sirve como la que orquestra y ayuda a los cambios de cada estación, da apoyo y estabilidad y se denomina tierra. Esta fase se podría situar al final del verano en un período donde el otoño todavía es cálido, y también en los cambios de estación.
Todo esto es lo que nos enseñaron los orientales en su día, pero ahora el panorama ha cambiado. El verano es muy cálido aunque puede haber semanas de frío, los otoños se hacen cada vez más largos e inestables, con días muy fríos y períodos más templados, el invierno es muy corto y casi inexistente y la primavera es muy lluviosa y más fría que en el pasado. Aunque esto vemos que tampoco está teniendo un patrón muy claro.
Lo mejor en estos casos de inestabilidad climática es necesario proveernos de energía de apoyo y seguridad, de confianza y compasión. Por tanto es bueno buscar en la alimentación aquellos ingredientes y estilos de cocción que tengan que ver con la energía de tierra. Vamos a repasarlos brevemente:
– Cereales: mijo, arroz integral, arroz dulce.
– Verduras: verduras dulces y redondas como cebolla, calabaza, col, zanahoria, coliflor, brócoli, coles de bruselas, etc.
– Legumbres: garbanzos y lentejas, también azukis y judías blancas.
– Frutas: en verano el melocotón, en clima más frío la manzana y la pera.
– Semillas y frutos secos: Utilizar seminas de sésamo, girasol, calabaza y moderar el consumo de frutos secos usando almendras, castañas y nueces.
– Otros ingredientes: Usar condimentos dulces como la canela, el orégano
– Sabor: el sabor dulce natural debe estar presente en el plato.
– Estilos de cocción: En otoño e invierno guisos y salteados largos no deben faltar, cuando hace más calor combinar con vapor, prensado y escaldado.
Prueba con estos consejos y siente los cambios, obsérvate y observa tu entorno, será tu guía si necesitas hacer ajustes. En ese momento estarás practicando la dieta macrobiótica.
Daniel Mayor
Director de ESMACA.