Últimamente se ha puesto muy de moda la palabra superalimento para definir aquellos alimentos que tienen una gran cantidad de nutrientes y que teóricamente son muy beneficiosos para nuestra salud. La chía, maca, espirulina, bayas de goji, acai, … todos ellos están de boca en boca, en los aparadores de las tiendas de productos ecológicos, y podemos encontrar multitud de recetas de cocina donde se pueden añadir para obtener sus beneficios.

¿Para qué tomar esta gran cantidad de nutrientes? Las deficiciencias nutricionales de la dieta moderna, basada en alimentos refinados y de baja calidad, ha hecho que multitud de expertos en nutrición los estén recomendando para aquellas personas que tienen carencias o que quieran mejorar su estado de salud.

Pero en toda esta historia hay algo que se me escapa. En macrobiótica siempre hemos comentado que por que un alimento tenga una gran cantidad de un nutriente concreto no quiere decir en absoluto que lo vayamos a absorber. Por ejemplo, ¿cuántas personas con problemas de osteoporosis conoces que se hayan curado tomando leche y lácteos, cuando son alimentos ricos en calcio? Incluso he visto multitud de casos que, siguiendo este principio, buscan dentro de la alimentación natural productos ricos en calcio, como pueden ser las algas hijiki o las col kale, pero continúan con el mismo problema… ¿qué es entonces lo que está faltando?

Desde la macrobiótica defendemos la alimentación y la nutrición como algo global. No podemos estar haciendo una dieta de “superalimentos” sin tener una base firme que haga que nuestro sistema digestivo funcione correctamente. Para ello es fundamental que en cada plato estén presentes los cereales integrales, las verduras, las legumbres o sus derivados y las semillas o los frutos secos, todos ellos de cultivo ecológico. De esta manera sí que podremos absorber los nutrientes que nos aportan estos superalimentos. Y lo que ocurre además es muy curioso, si dejas de tomar estos nuevos “superalimentos” de repente te das cuenta de que sigues encontrándote bien ¿qué es lo que pasa? Pues que tu cuerpo ha vuelto al equilibrio. Muchas veces no tiene que ver con lo que debes añadir a la dieta sino con lo que dejas de tomar cuando el cuerpo recupera la salud y la energía. Si reducimos drásticamente o eliminamos de la dieta todos los productos que lleven azúcar o derivados, leche y lácteos, frutas y verduras tropicales y bebidas estimulantes nuestro sistema digestivo mejora su calidad de absorción y podemos tomar los nutrientes de los alimentos convencionales.

Entonces, ¿qué podemos considerar superalimentos según la macrobiótica?  Pues al igual que la definición que he dado al principio son alimentos con multitud de nutrientes y sobre todo lo más importante, son muy beneficiosos para nuestra salud. Esto quiere decir que nos proporcionan la capacidad de digerir y absorber los nutrientes presentes en otros alimentos, ya que mejoran la condición del sistema digestivo. Aquí os dejo con algunos de ellos.

Arroz integral

El arroz integral es uno de los cereales más completos tanto a nivel nutricional como para crear equilibrio en el cuerpo. A diferencia del arroz blanco, es rico en vitaminas del grupo B (prácticamente todas menos la B12), vitamina E y vitamina K. También es rico en minerales como el fósforo, magnesio y potasio y tiene menor cantidad de calcio y hierro. La fibra del arroz integral ayuda a mejorar el tránsito intestinal mucho mejor que los complementos dietéticos de fibra. Es mucho más rico en proteína que el arroz blanco.

Pero lo más importante es que regula de forma drástica los niveles de glucosa en sangre, debido a la lenta absorción de sus carbohidratos, lo que a la larga permite también que el cuerpo pueda almacenar más minerales. También es muy beneficioso para mejorar la salud del sistema digestivo, respiratorio y excretor.

Lentejas

Las lentejas han sido una de las legumbres que han acompañado a nuestra dieta mediterránea durante multitud de siglos. Han sido acompañamiento de platos con cereales, como el arroz. Las lentejas son muy ricas en proteínas y al igual que el arroz integral ayudan a regular los niveles de glucosa en sangre. Son ricas en hierro, potasio, ácido fólico y otras vitaminas.  Lo más interesante es su capacidad de saciar, que hace que no nos hinchemos a comer cereal en exceso, por lo que permite que las digestiones funcionen mejor. También se digieren mejor y dan menos gases que otras legumbres como los garbanzos o la soja.

Mijo

El mijo es también un cereal muy importante para tener en cuenta. Al igual que el arroz integral es rico en vitaminas del grupo B, fibra, hierro, fósforo y magnesio. Lo más importante a destacar de este cereal a diferencia del resto es que es alcalinizante, por lo que ayuda aún más que el arroz a mejorar los procesos digestivos, mantener el pH corporal y ayuda en casos de anemia y diabetes. Cuando no te encuentres bien y no sepas qué comer, ya tienes aquí una respuesta.

Sésamo

Es la semilla por antonomasia, con multitud de ácidos grasos esenciales (principalmente omega 6), calcio y otros minerales y proteínas como la metionina, que no suele estar presente en las legumbres. Sé que ahora se han puesto de moda otras semillas, la mayor parte que provienen del extranjero. Ahora os hago una reflexión: ¿sabíais que en todas las culturas del mundo existe en su gastronomía algún plato que usa sésamo? Si es así da la impresión de que esta semilla debe ser muy importante para nuestra salud. Estoy convencido de que con el tiempo descubriremos que contiene muchos más nutrientes que son fundamentales para nuestro organismo.

Col

De entre todas las verduras, si tuviéramos que elegir alguna actualmente que ayude a mejorar nuestra salud yo elegiría cualquiera dentro de las hojas verdes. Y entre ellas la col, rica en vitamina C, ácido fólico, calcio, flúor, magnesio,…. un sinfín de propiedades en una verdura tan común. Hay personas que no la digieren muy bien, por lo que les recomiendo que no la tomen ni cruda ni muy cocinada, lo mejor es escaldada o hervida un minuto, de esta forma eliminamos aquellos componentes que producen gases. La col es un potente antiinflamatorio y mucho mejor diurética que algunas frutas tropicales.

En conclusión, no hay mejores superalimentos que los que tenemos cerca de nosotros. Consumidos diariamente mejorarán nuestra salud y nos darán más vitalidad. Y por supuesto también nos ayudarán económicamente, ya que éstos son mucho más baratos que el resto.

Seguro que en este artículo habrá quien haya echado en falta que mencionase las umeboshis, el kuzu, la tekka, el daikon,…. por supuesto son alimentos con propiedades muy importantes, pero recordad que sólo cuando estamos enfermos, para el día a día, los que menciono arriba.

Daniel Mayor, director de ESMACA.