Blog
Toma las riendas de tu vida: pasar de víctima a responsable en tu salud
- 7 marzo, 2018
- Creado por: esmaca
- Categoría: Artículos

“Esto es muy difícil”, “Este alimento no me gusta”, “No tengo tiempo para practicarlo”, son frases que algunas veces escuchamos los terapeutas cuando damos consejos de salud para que los pacientes se recuperen de las enfermedades que les están aquejando. Lo natural sería consolarlos, buscar alternativas que se ajusten a sus posibilidades e intentar convencerlos para que intenten al menos realizarlos.
Desde el coaching podemos observar sin embargo que en estos casos el paciente oculta detrás una dosis importante de victimismo. Lamentablemente es bastante normal esta actitud en el terreno sanitario, ya que actualmente la responsabilidad sobre la salud de una persona no recae en el paciente sino en el médico. Que una persona tenga una enfermedad cardiovascular debido a un nivel alto de colesterol no es culpa del paciente que lleva una dieta con muchas grasas saturadas, es culpa del médico que no le recetó debidamente el medicamento para bajarle el colesterol. Ante esto cuando un paciente acude a una consulta de terapias complementarias de partida viene con la misma actitud: “Me pongo en tus manos para que yo me cure”, evidentemente debe contar con la ayuda del profesional que le indicará las pautas, pero el responsable de realizarlas es el paciente.
¿Cómo detectar que una persona está en una postura victimista? ¿Cómo detectar que se hace responsable? Y lo más importante ¿Cómo hacer que una persona pase de ser víctima a ser responsable? De esto trataré de hablar en el artículo de este mes.
Victimismo
En la vida nos pueden ocurrir un montón de cosas, y algunas de ellas puede que no nos gusten. Ante esto podemos tomar dos actitudes: no considerarnos parte del problema es una de ellas. En el terreno de la salud ocurre cuando las personas tienen una enfermedad y se centran en la causa de lo que les ha ocurrido. Por ejemplo, si tengo artrosis es por la edad, o soy diabético es por herencia familiar. Evidentemente son causas de lo que nos ocurre ¿pero qué se puede hacer con esto? La postura de la víctima es decir “Bueno, no tengo nada más que hacer, es lo que me ha tocado”. Puede que vayan al médico, o acudan a terapias, pero si éstas no le dan una mejoría en vez de seguir buscando se instalan en pensar que ya no tienen solución y se convierten en víctimas de lo que les pasa.
Cuando una persona se establece en una postura de victimismo tiende a culpar a los demás o a algo externo de lo que le está pasando. El lenguaje que suele estar está basado en la queja, “mira lo que me han hecho”, “ la culpa es del médico que me trató”. Con esto conseguimos desplazar nuestra responsabilidad hacia fuera, haciéndonos sentir como la víctima de lo que está ocurriendo. Es una postura fácil porque no permite hacer nada, simplemente culpar a los demás de nuestros problemas.
En una conversación habitual con una persona en estado de víctima la sensación que tiene el otro es de pesadez, cansancio, como si le estuvieran “chupando” la energía. Al final de la conversación con una víctima se tiene el sentimiento de agotamiento, y sin embargo ésta suele decir : “Muchas gracias por escucharme, me encuentro mucho mejor con esta conversación contigo”. Las víctimas son lo que llamamos en Medicina Oriental los “vampiros de energía”, que van desgastando a la gente que se encuentra a su alrededor, y el problema es que con ellos no suelen tener suficiente y cuando acaban con nosotros van a por otras personas. Estas personas tampoco es que hagan esto conscientemente, pero su estado en ese momento les lleva a requerir de la atención, cariño y la simpatía de los demás.
A nivel emocional se suelen manejar entre la emoción de la autocompasión y la rabia. “Es que todo me pasa a mí!”, “Que mala pata que tengo!”, “Nunca podrás llegar a entender lo que me pasa”, “ Los dos tenemos la misma enfermedad, pero a mí me duele mucho más que a ti!!”. Claro, cuando uno no tiene la culpa de lo que le pasa es muy frustrante porque es imposible hacer nada para cambiarlo, y se descarga esa frustración en forma de rabia hacia los demás.
Desde esta postura es imposible que la persona haga un cambio para mejorar su salud, e incluso para cambiar su vida. Es muy importante para los profesionales que tratamos con personas identificar rápidamente estos patrones. Es muy desgastante para nosotros si empezamos a justificarnos y a buscar soluciones “ No te gusta la comida que te he mandado? ¿Y si te cambio este ingrediente por este otro? ¿Y si la cocinas de esta manera o de esta otra?” “¿No tienes tiempo para cocinar? Si quieres te elaboro un planning para que te resulte más rápido”. Es inútil, si alguna vez os véis en esta situación tened claro que la persona no va a hacer ningún cambio.
En la formación que realizamos en ESMACA incorporamos estos conceptos a los futuros consultores macrobióticos, y se quedan muy sorprendidos cuando al estar supervisando sus prácticas con pacientes les digo “Esta chica no va a hacer lo que le has dicho”. Sus prácticas duran más de dos horas en las que se desgastan, dan un montón de ideas y consejos para que se les haga “más fácil” a los pacientes, y luego les dicen que es muy duro para ellos y que no van a seguir la dieta. Cuando me preguntan cómo sabía que esto iba a ocurrir siempre les digo lo mismo “esta chica está instalada en el victimismo, por mucho que insistas con los consejos no va a cambiar “.
Responsabilidad
¿Qué quiere decir responsabilidad? En la etimología de la palabra tenemos la respuesta: respons-abilidad, habilidad para responder, ¿responder a qué? Responder a lo que nos pasa.
El origen de las enfermedades puede tener una causa u otra, venir por un tema físico o emocional, o lamentablemente nacer con él. El tema importante para el paciente no debe ser qué o cuál es el “culpable” de su problema, sino qué es lo que hace con el problema. Si vive lamentándose por tener esta enfermedad o por la causa que se la produjo no tendrá nunca esa “habilidad para responder” a lo que le ocurre. Es por tanto esto un ejercicio de responsabilidad.
Cuando una persona se hace responsable de su vida, es capaz de buscar soluciones a sus problemas, poner en práctica estas soluciones y si no funcionan buscar otras posibles que les permitan conseguir lo que quieren.
Todos hemos escuchado casos de curaciones “milagrosas” de personas que estaban desahuciadas por la medicina convencional y que han experimentado cambios increíbles. Muchas de ellas han escrito libros sobre el proceso, y en todas hay un denominador común: estaban convencidas de que se iban a curar y de que existía una solución, se hicieron por tanto responsables de su situación.
A nivel de lenguaje, una persona responsable pasa del estado de la queja al del reclamo. Cuando aceptamos que tenemos una necesidad surge la necesidad de pedir ayuda donde haga falta si es necesario. La emoción pasa de la rabia a la ilusión y la determinación, y sobre todo, las personas responsables confían en los demás y sobre todo en quien les ofrece la ayuda que necesitan.
Una persona responsable se preocupa por preguntar por los consejos que se les da, cuando plantean alternativas al terapeuta no se quejan si éste les dice que no son posibles, son mucho más proactivos y en su lenguaje corporal en la consulta se les ve receptivos y escuchando con mucha atención.
¿Cómo pasar del victimismo a la responsabilidad?
Esta es la pregunta del millón. Todos los terapeutas queremos que nuestros pacientes sigan nuestros consejos para que se encuentren mejor. ¿Qué hacer si observamos que la persona se encuentra en un estado de víctima?
En este punto hay que ser muy claros y directos. Si la persona no se responsabiliza es que su COMPROMISO en este momento no se encuentra en lo que quiere conseguir, para ello es importante hacer ver a la persona que en este momento no está comprometida, y preguntarle si realmente es lo que quiere. Hay terapeutas que piensan que de esta manera se incomoda mucho al paciente, que se le puede hacer enfadar y que no vuelva a la consulta. Mi respuesta es clara: si no lo haces se van a enfadar igual y tampoco van a volver, porque no van a seguir tus consejos y dirán que se pasaron consulta contigo y no les funcionó. ¿Qué tienes que perder?
Cuando se comenta esto pueden ocurrir dos cosas, o bien la persona acepta que su compromiso no está en este momento con su curación y encuentra la forma de comprometerse o sigue en su victimismo, pero al menos lo declara y con esto evitamos un esfuerzo en la consulta innecesario.
¿Cómo podemos ayudar al paciente a encontrar un compromiso que le permita curarse? Con una pregunta muy simple: ¿PARA QUÉ quieres curarte? Cuando nos dé la respuesta tenerla bien presente y cada vez que se queje recordársela.
Finalmente os dejo un ejercicio. Nada más práctico para entender el victimismo que probar con nosotros mismos. Responded a estas preguntas:
- ¿De qué o de quién me estoy quejando en mi vida en este momento?
- ¿En qué medida depende de mí lo que ocurre con lo que me quejo?
- ¿Qué medidas podría hacer para responsabilizarme de esta situación?
- ¿Para qué no las estoy haciendo en este momento?
- ¿Qué voy a hacer entonces?
Espero que estos consejos os puedan servir a los terapeutas, y para el resto quizá haya un punto de reflexión sobre cómo estáis afrontando vuestra vida y si véis la necesidad de cambiar lo que estáis haciendo.
El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad. Victor Hugo
Una bebida para superar el victimismo!!
Desde la Macrobiótica podemos asociar este estado a la transformación de Tierra, también tiene que ver con la estabilidad de nuestros niveles de azúcar en sangre. Es un caldo de verduras dulces que nos deja saciados, satisfechos y nos da la ayuda para responsabilizarnos:
- 1 parte de zanahoria
- 1 parte de calabaza
- 1 parte de repollo
- 1 parte de cebolla
- 4 partes de agua
Picar muy bien todas las verduras y ponerlas con el agua en una olla. Hervir durante 20 minutos. Colar y beber caliente.
Cuadro resumen Víctima responsable
Victima | Responsable |
La culpa es de los demás | Parte del problema es mío |
Me quejo | Reclamo |
Tengo resentimiento | Acepto la situación y le pongo remedio |
Tengo autocompasión y rabia | Tengo ilusión y determinación |
Desconfío de los demás | Confío en mí mismo y en los otros |
Me gustó leer lo de ser víctima de no se que….Ahi estuve varios años sintiéndome víctima y así responsabilizar a los demás de mi enfermedad. Habiendo echo varias terapias con terapeutas Ferran Pascual, estoy ahora mucho mejor y responsable de mi misma. Ahora pienso y así se lo digo a los médicos que mi vida la decido yo como siento .
Ahora voy a ver si cambio la alimentación que no me es sencillo siento que tengo muchas dependencias. Acepto la situación y voy poniendo remedio. Gracias